La somatización o cómo tu mente puede afectar tu salud física
La somatización es una prueba de que tu salud mental y tu salud física están íntimamente conectadas…Algo que los terapeutas llevamos años y años observando y trabajando en consulta.
¿Qué es la somatización?
Los médicos suelen diagnosticar “trastorno de somatización” cuando hay algún síntoma físico recurrente como, por ejemplo, el dolor de espalda. Y, sin embargo, el paciente no presenta ningún otro síntoma que le pueda hacer concluir que tenga una enfermedad como tal (ej. escoliosis). Es decir que su columna está perfectamente alineada, el paciente está en un peso saludable, no hay inflamación, etc…
Son síntomas físicos “inexplicables” según los criterios habituales que se suelen tener en cuenta en los diagnósticos médicos. Además estos síntomas suelen generar altos niveles de angustia en la persona que los está viviendo, pudiendo llegar a afectarle en el ámbito social, personal y laboral.
Entonces…¿Qué haces, si tienes un dolor persistente que no se va ni con fisioterapia, ni con la actividad física adecuada ni con tratamiento farmacológico?
Trabajamos la somatización con psicoterapia
Nosotros en Gestalt Terapia BCN te animamos a que pruebes a explorar otros planos: el mental y el emocional.
Hay algunas personas que tienen más tendencia a somatizar que otras según su carácter y sus traumas, entre otros factores. Pero la realidad es que todos somatizamos en mayor o menor medida. Es algo que hacemos de forma completamente inconsciente e involuntaria.
Yo considero que la somatización es tu cuerpo gritando ALERTA. Es el último cartucho que tiene tu subconsciente para que atiendas esas emociones enquistadas o ese trauma no resuelto que ya se hace imposible de sostener.
A veces la dermatitis o ciertas molestias digestivas, por ejemplo, pueden estar relacionadas con ira no expresada. Si detectamos que ese es tu caso, una práctica regular de liberación emocional puede ayudarte muchísimo.
En ocasiones las dolencias pueden estar relacionadas con traumas que tenemos encapsulados e incluso olvidados y, de repente, “salen a la superficie”. Muchas veces sin previo aviso y muchas otras porque hay algún suceso que lo destapa.
Quizás antes no estabas preparad@ para afrontarlo pero tu cuerpo y tu inconsciente son más sabios que tú y te dan el empujoncito necesario para que puedas atenderte y empezar a vivir mejor.
¿Qué tipos de síntomas son propios de la somatización?
Estas son algunas de las somatizaciones más habituales:
- Síntomas gastrointestinales: úlceras, dolor abdominal, ardor de estómago, diarrea…
- Síntomas respiratorios: hiperventilación, sensación de falta de aire…
- Síntomas sexuales: falta de deseo sexual, dolor en la penetración, disfunción eréctil…
- Síntomas dermatológicos: intensa sudoración, urticarias, eczemas y dermatitis…
- Síntomas cardiácos: taquicardias, mareos, dolor de pecho…
- Síntomas neurológicos: desmayos, fuertes dolores de cabeza, tics…
Por ejemplo, puede ser que si te da pavor hablar en público y recientemente te hayan encargado dar conferencias o formaciones en tu empresa, tú somatices sintiendo dolor de estómago o incluso diarreas antes de esos eventos.
También puede ser que una mujer que haya sufrido abusos sexuales de adulta tenga episodios de vaginismo. O que un hombre que esté pasando por episodios de fuerte ansiedad o por depresión sufra de impotencia sexual.
Sea cual sea el síntoma que te esté afectando, si te está quitando calidad de vida porque te genera estrés, ansiedad y dolor recurrente…Merece la pena trabajarlo en terapia para descartar un posible origen psicológico o emocional.
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Artículo escrito por: Inés Moreno. Síguenos en Instagram para más contenido sobre crecimiento personal, gestión emocional y terapia gestalt.