Si sientes que estás viviendo una crisis de pareja y no sabes cómo salir de ella, te animo a que leas este artículo. En él te daré una herramienta clave para poder avanzar en tu relación de pareja…Y en cualquier tipo de relación. Se trata de llegar a acuerdos a través de la negociación.

Hablar de relaciones, sean del tipo que sean, es un tema complicado porque al haber dos o más personas implicadas es probable que hayan dos o más puntos de vista sobre las cosas a compartir. Cuando las opiniones y las prioridades son diferentes para los miembros de la pareja surgen los conflictos. ¿Y cómo los resolvemos? Pues, de entrada, aclaro que la base del buen funcionamiento de una relación es la negociación y la base de una buena negociación es la comunicación.

«Negociar no es otra cosa que establecer un acuerdo entre quienes formen parte de la relación.»

Cuando nos encontramos en un momento de crisis de pareja puede ser difícil llegar a un consenso que convenza a ambas partes. Por eso establecer unas bases para la buena negociación resulta imprescindible.

Las relaciones interpersonales requieren de un esfuerzo importante por todas las partes implicadas si queremos que éstas, sean saludables y nos aporten aspectos positivos. Partimos de la base que en cualquier relación, cada uno de los individuos llega con unas vivencias, unas ideas y unas expectativas diferentes. Por lo tanto compaginar todo esto es vital para el buen funcionamiento de la pareja y que al mínimo desacuerdo no se acabe en conflicto.

Dicho esto, también quiero recalcar que es natural que en cualquier relación surjan roces y desacuerdos. La idea aquí es utilizar la escucha, la comunicación y la negociación para evitar que los conflictos sean cada vez más frecuentes y que desencadenen una crisis de pareja en toda regla.  

 

Las discusiones en pareja muchas veces vienen dadas por una necesidad insatisfecha por alguna de las partes. A veces nos surge una necesidad y la coartamos por anteponer los deseos de la pareja. Si hacemos esto por miedo a su rechazo, a sus juicios o a que nos abandonen…Ahí se va generando una insatisfacción. Si no lo expresamos y además seguimos cediendo ante el otro esto puede llevar a un distanciamiento y a una posible crisis de pareja a medio/largo plazo.

Todo este resentimiento y rabia acumuladas, sumadas a la desensibilización de nuestras necesidades harán que señalemos al otro con dedo acusador, culpándole de algo que nosotros mismos no hemos sabido gestionar. Si, desde un principio, hubiéramos sabido y podido comunicarle abiertamente y respetuosamenet al otro cómo nos sentíamos, seguramente no se habría llegado a ese punto. Así que, ante todo es importante aceptar nuestra parte de responsabilidad en la crisis de pareja. E iniciar el diálogo lo antes posible. Si la relación está muy dañada, quizás lo más recomendable sería buscar a un terapeuta que actúe como mediador para tener mayores posibilidades de restaurar ese vínculo. En Gestalt Terapia BCN contamos con una excelente terapeuta de pareja. Descúbrela aquí.

 

Si aún no habéis llegado al «punto de no retorno», podéis utilizar la negociación como herramienta para mejorar vuestra relación. Porque, como ya he comentado antes, dentro de los objetivos básicos de la negociación el principal es la comunicación. A continuación comparto alguno de los aspectos que considero más importantes a la hora de negociar con vuestras parejas:

 

LA NEGOCIACIÓN COMO HERRAMIENTA PARA EVITAR LAS CRISIS DE PAREJA: ASPECTOS A TENER EN CUENTA

1- Crear un espacio de confianza; es decir, un espacio seguro para expresarnos en el que podamos salir de la “normalidad” y expresar libremente como te hace sentir algo. Es el momento de compartir cómo te sientes realmente y no «cómo se supone que me debería sentir» según nos han dicho.

2- Sinceridad y no sincericidios. En una pareja no es necesario contarnos absolutamente todo lo que nos pasa. Ni todo lo que sentimos o pensamos porque en ocasiones podemos generar malosentendidos o abrumar a la otra persona con toda nuestra actividad mental. La sinceridad es primordial pero no el desagüe emocional.

3- Reciprocidad. Una relación de dos es siempre bidireccional así que lo que nos gustaría recibir del otro tenemos que ofrecerlo por nuestra parte también. Si queremos ser escuchados, debemos centrarnos en escuchar también nosotros.

4- Confianza en el otro pero siempre estableciendo unos límites.

5- Hablar claro intentando no adornar el tema o dar mil vueltas, Definir el objetivo principal y preparar el tema siempre con un enfoque basado en no dañar la relación y huyendo de la improvisación.

6- Empatía y conversación como base. Escuchar y comprender la postura del otro aunque no la compartas y no escuchar solo para replicar. Existen mil puntos de vista diferentes frente a una sola situación y existen variables que tal vez no nos hayamos planteado pero que poniéndonos en el lugar del otro nos pueden hacer ver las cosas de otra manera.

 

7- No esquivar los conflictos. La evitación no es nunca una buena solución a los problemas ya que lo único que hace es hacer la bola de nieve más grande. Dar portazo a una situación no la soluciona, solo la pospone.

8- Buscar la solución más afín a ambos o lo que supondría el “Mal menor”. Se trata de buscar y perseguir los puntos comunes y no las diferencias para centrarnos en buscar soluciones en vez de buscar cosas que echarnos en cara.

9- Tener clara la idea de equipo. Nadie gana y nadie pierde; ganan ambos. Cuando en una discusión enfocamos el problema en bandos vencedores y vencidos no vamos a llegar a ningún acuerdo ya que establecer un acuerdo es Cooperar. Convencer al otro por presión o aburrimiento no es vencer.

 

10- Mantener la mente abierta; existen siempre más opciones que la propia y aferrarnos a ella solo entorpecerá el proceso. Cuando negociamos debemos tener muy en cuenta nuestra flexibilidad mental como arma unificadora.

Si después de aplicar todas estas directrices seguimos sin resolver nuestros conflictos, tal vez sea un buen momento para plantearnos acudir a un profesional!

Artículo escrito por:Yaiza Morales , terapeuta gestalt .