Cómo gestionar las emociones

Aún recuerdo mi primera sesión de terapia Gestalt…Tenía claro mi objetivo: “Quiero aprender a gestionar las emociones para que no me afecten tanto”. 

Soy una persona muy emocional y tiendo a somatizar, así que me había pasado “de todo”: brotes de dermatitis desde los 22 años; operación de amígdalas a los 30 años; operación de apendicitis y de ovario a los treinta y tantos…

Cuando me quitaron el apéndice y el ovario derecho pensé: “Se acabó. No puedo seguir así. Necesito aprender a gestionar mejor mis emociones”. E inicié mi primer proceso terapéutico con Sergi Franch, terapeuta de Gestalt Terapia BCN ❤️

 

Paso 1 – Reconocer las emociones que estás sintiendo

Para poder gestionar las emociones lo primero es aprender a conectar con ellas. En nuestra sociedad actual parece que vayamos “acelerados”. Nos cuesta parar, respirar y tomar conciencia de cómo estamos.

Este ritmo frénetico de “la rueda del hámster” no nos ayuda en nuestra gestión emocional (ni en la gestión del estrés y la ansiedad…).

La primera propuesta es buscar varios momentos durante del día en los que puedas estar tranquil@ e idealmente a solas para poder cerrar un poco los ojos y sentir. Hazte esta pregunta:

 

“¿Cómo estoy aquí y ahora?”

 

Parece algo sencillo y obvio pero…¿Me puedes decir honestamente que es algo que practicas diariamente?

Si consigues parar ni que sea una vez al día para respirar y conectar contigo mism@ y con tus emociones, ya estás más cerca de saber gestionar las emociones mejor.

 

gestionar emociones

 

Entonces…¿Qué emoción (o emociones) te están rondando? Ponles nombre. Las emociones básicas son: la alegría, la tristeza, el miedo, la rabia y el asco.

Puede ser que al empezar con esta práctica diaria te sea más fácil conectar con algunas emociones que con otras. Conforme vamos creciendo nos damos cuenta de que ciertas emociones están “castigadas” en nuestra sociedad. Sobre todo la rabia y la tristeza…No hay mucho espacio para estas dos emociones consideradas “negativas”, en “La sociedad del positivismo tóxico”.

Si te cuesta conectar con algunas de las emociones (ya sea la tristeza, la rabia, el miedo…), no te preocupes. Es algo completamente normal. Es algo que trabajamos en terapia. Los terapeutas de Gestalt Terapia BCN te guiarán y te darán herramientas para poder reconocer y vivir todas las emociones, incluso las que tengas más reprimidas y enquistadas.

 

Paso 2 – Dales voz…Indaga

En consulta vemos 2 formas habituales de gestionar las emociones. Una forma es el desborde emocional o el “enganche” a la emoción. Estamos tan habituados a sentir tristeza, por ejemplo, que nos pensamos que ese es nuestro estado natural y lo aceptamos con resignación. “Yo soy así”. 

Normalmente cuando hay una emoción recurrente a la que nos quedamos pegados es porque hay algún asunto inconcluso que no estamos atendiendo y la emoción nos está avisando para que le prestemos atención.

 

“Tú no eres tu tristeza. Tu tristeza está aquí por algo y junt@s vamos a descubrir qué te tiene tan triste para que puedas pasar página y vivir una vida más plena.”

 

Otra forma de vivir las emociones es reprimiéndolas o desconéctandonos completamente de ellas. Hay personas que prácticamente nunca sienten miedo o tristeza. 

No nos engañemos. No es que esas personas sean las más valientes o felices del mundo. En estos casos suele entrar en juego un mecanismo inconsciente de defensa. Es probable que, de niños, sintieran tanto miedo o tanta pena que les sobrepasara y su forma de gestionarlo fuera disociarse, es decir, desconectarse de esas emociones para poder “sobrevivir” en un entorno hostil. 

Partimos de que las emociones son algo natural. Son parte de nosotros y van a acompañarnos toda la vida. Por tanto es inútil luchar contra ellas o intentar ignorarlas o reprimirlas. Eso sólo hará que regresen con más fuerza o que somaticemos con algún síntoma físico.

Así que, si te atreves, puedes mejorar tu forma de gestionar las emociones con trabajo terapéutico. Un trabajo bonito y duro, a veces…Pero, desde luego, será altamente satisfactorio una vez consigas ver los resultados. ¡Prometido!

 

consejos para gestionar las emociones

 

Normalmente el proceso pasa por conectar con la emoción y “darle espacio”. Es decir, no evitarla, intentar permanecer en ese estado para que el terapeuta te pueda ayudar a “darle voz” a esa emoción. Con técnicas de indagación iréis tirando del hilo para descifrar el origen de ese mecanismo de “desconexión”, así como la posible función de esa emoción recurrente. 

Si me permites, te daré un consejo…Si has llegado a terapia para poder saber más sobre tus emociones, aprovecha y déjate llevar. Permítete desmelenarte y sacar tu lado “más loco”. Ese que normalmente no muestras nunca en público por vergüenza o por temor al rechazo. 

La consulta de terapia es el lugar ideal para hacerlo. Estás acompañad@ por alguien profesional que ha visto tantas cosas que no se asustará. De hecho te apoyará y guiará con fuerza y compasión. Y estará listo para acoger lo que surja.  

 

Paso 3 – Déjalas pasar. Tú no eres tu emoción

 

Una vez que hayas reconocido tu emoción y le hayas dado espacio, seguramente te sientas mucho más livian@. Es el efecto “inmediato” de la liberación emocional. Sobre todo cuando lo haces en el entorno correcto y acompañado de profesionales. 

 

gestionar emociones reprimidas

 

Puede que, además, hayas recibido algún aprendizaje en el proceso. Puede que ahora sepas un poco más sobre ti, sobre tu pasado, sobre tu forma “automática” de actuar ante ciertas situaciones…

 

Saborea ese descubrimiento y reconócete el logro. ¡Has desbloqueado información sobre ti que antes desconocías gracias a tu esfuerzo y valentía! ¡Enhorabuena!

 

Ahora ya sólo queda agradecerle a esa emoción lo que te ha mostrado y dejarla ir. Lo especifico porque, quizás te pase como a mí. A mí me costaba mucho conectar con el dolor y la vida me puso por delante una situación que me obligó a mirar de frente a mi dolor y transitarlo. 

Poco a poco me fui “encariñando” con mi tristeza y mi dolor y, a veces de forma inconsciente cuando empezaba a “estar mejor” volvía a revisar mi tristeza y mi dolor de forma un poco neurótica y masoquista. Como si no quisiera dejarlas ir. Me sentía cómoda ahí y me costaba salir de la tristeza para poder volver “a la vida”. 

 

 

Gracias al trabajo en terapia me di cuenta de por qué volvía una y otra vez a la tristeza…Aún sentía algo de culpa. Pude ponerle conciencia y con mucha compasión pude ir soltando la tristeza y abrazando todo lo bueno que estaba llegando a mi vida. Cambién la tristeza por aprendizaje, agradecimiento y comprensión.

Esto no quiere decir que no vaya a volver a sentir la tristeza nunca más. Si no que, cuando vuelvo a conectar con el dolor, quizás ya no salgo corriendo tan rápido. Ya no lo evito de forma automática. Ahora puedo quedarme un ratito ahí y ver qué me trae. 

 

Gestionar las emociones no significa eliminarlas

 

Para terminar este artículo siento la necesidad de recalcar esto, a modo de conclusión. Como decía antes las emociones son algo natural y aparecen por algo. 

Ignorarlas o reprimirlas no sirve a largo plazo. Y dejarte llevar por ellas dejando que tu emoción tome el control tampoco te ayuda. 

Lo sano es tomarte un tiempo cada día para ver qué te está pasando, observarlo con compasión y, si lo consideras necesario, acudir a un terapeuta que te pueda ayudar a profundizar si notas que las emociones interfieren demasiado en tu vida diaria.

 

Si estás en ese punto, te animo a que contactes con el equipo de Gestalt Terapia BCN. Tu primera sesión tiene un 50% de descuento. Resérvala aquí.

 

 

Si quieres probar la terapia gestalt, aprovecha este descuento. PRIMERA SESIÓN AL 50%. Contáctanos para reservarla.

Artículo escrito por: Inés Moreno. Síguenos en Instagram para más contenido sobre crecimiento personal, gestión emocional y terapia gestalt.