Cómo salir del bucle de autoexigencia y perfeccionismo

La autoexigencia es un temazo que me toca de lleno a nivel personal. Crecí en un entorno familiar exigente y crítico, así que aprendí desde muy pequeña a cumplir con las expectativas de los demás, a esforzarme y a complacer. 

No sé si éste será también tu caso. Debo admitir que a mí la autoexigencia me ha servido mucho. La disciplina que me inculcaron de niña me ayudaba a conseguir los objetivos que me marcaba.  

Y, claro, en una sociedad en la que se glorifica el hacer, el conseguir los objetivos, el éxito…Pues parece que este rasgo de mi carácter puede ser una gran ventaja…¿O no..?

Pues depende…Porque, ¿qué pasa cuando no consigues lo que quieres?, ¿cuándo no llegas a tus objetivos? ¿Cómo lo vives? Yo siento una gran frustración. Me machaco muchísimo pensando en que, quizás, no hice lo suficiente…

 

Lo que yo me cuento a mí misma es: “Si no lo estás petando, es que algo estás haciendo mal.” O, aún peor…”Si no tienes éxito, es que no vales”

 

autoexigencia y perfeccionismo

 

Ante la autoexigencia…Primero un REALITY CHECK

Para rebajar la autoexigencia a mí me ayuda revisar mis expectativas…¿Quizás me había marcado unos objetivos demasiado altos en poco tiempo? 

En la era de la satisfacción inmediata y de vídeos cortos en los que se ven los problemas resueltos en 20 segundos…Nos pensamos que todo es fácil y rápido…Y que todo es posible. 

No seré yo la que te quite tu ilusión y destroce tus sueños. Para eso ya tienes a tus padres ???? Además yo soy una gran soñadora a la que siempre decían que vivía “en los mundos de Yupi”. Así que “¡Estoy en tu equipo! No me malinterpretes”. Pero sí que reivindico HONESTIDAD ante el proceso. Ante lo que implica llegar al punto deseado. 

 

super motivada o autoexigente

 

En mi experiencia el cambio sostenible y sostenido en el tiempo suele ser fruto de fuerza de voluntad, constancia y paciencia. Para mí aprender esto está siendo clave. 

Así que en vez de coger el látigo y fustigarme por no haber llegado a “mis objetivos”, reviso la viabilidad de lo que sea que quería conseguir. Ya sea ahorrar para tener un colchón financiero, perder peso, encontrar pareja, comer más sano…

Me marco objetivos más realistas y alcanzables y…¡Muy importante! Celebro cada paso que doy. Así le doy valor a mi esfuerzo y calmo la autoexigencia.

 

Los errores son parte del proceso

 

Otro “efecto secundario” de ser autoexigente es que no me permito cometer errores. Y cuando ocurren (¡porque soy humana!) me cuesta gestionarlo. 

Me siento mal. Me entra miedo y ansiedad porque pienso que “Si lo hago mal o me equivoco, el otro ya no me va a querer”. De ahí que ser exigente y ser perfeccionista vayan de la mano. Otro rasgo del carácter demasiado glorificado, en mi opinión. 

Es estupendo ser cuidados@ y tener atención al detalle pero cuando se convierte en obsesión, ahí viene el problema. Ser perfeccionistas nos aporta rigidez y a veces no nos permite ver más allá de lo que está delante de nuestras narices. ¿Será posible conseguir lo mismo de forma más fácil y sencilla? Seguramente sí, si estás abiert@ a ello.

¿Cómo salgo yo del bucle del perfeccionismo? Pues estoy en ello. Poner perspectiva me ayuda mucho. 

Mi terapeuta siempre me decía: “¿Qué le dices a tu hija cuando comete un error?”

“Pues que los errores están permitidos. De hecho, son parte de la vida. Gracias a ellos aprendemos.”

Pues eso mismo que le dices a ella, te lo dices a ti misma. Es decir, que estoy aprendiendo a ser más amorosa conmigo misma, más compasiva, más permisiva. Poniendo atención para no irme al extremo opuesto y asentarme en la dejadez absoluta (¿recordáis las polaridades?).  

 

 

Si la autoexigencia y el perfeccionismo te han acompañado toda tu vida y ya estás hart@ de cargar con ese peso, te animo encarecidamente a que inicies un proceso de terapia. Ahí verás de dónde te viene, por qué utilizaste este mecanismo y qué ganancia tiene aún este rasgo de tu personalidad en tu vida. A partir de ahí te será más fácil identificar cuándo ese “personaje exigente” entra en juego y podrás decidir usarlo a tu favor o…Acallarlo. A mi exigente y perfeccionista yo la llamo la Srta. Rottenmeier y, si eres de mi quinta, entenderás la referencia.

Aprovecha nuestro descuento del 50% en la primera sesión, si quieres iniciar terapia con nosotros en Gestalt Terapia BCN. ¡Te esperamos!

 

ines moreno serrano

Si quieres probar la terapia gestalt, aprovecha este descuento. PRIMERA SESIÓN AL 50%. Contáctanos para reservarla.

Artículo escrito por: Inés Moreno. Síguenos en Instagram para más contenido sobre crecimiento personal, gestión emocional y terapia gestalt.