Aprender a meditar: pasos básicos para principiantes
Con motivo del Día Mundial de la Meditación queremos darte unos tips para que puedas aprender a meditar. Espero que te resulten útiles estos consejos y que realmente puedas incorporar esta increíble herramienta de transformación.
¿Por qué deberías aprender a meditar?
Las ventajas de aprender a meditar son tantas que me harían falta varios artículos y aún seguiría hablando…Por eso te destaco sólo los tres principales beneficios que he sacado yo misma de la práctica meditativa.
También te diré una cosa…A una ansiosa como yo, que era incapaz de quedarse quieta eso de “no hacer nada”, me supuso un gran reto. ¡Y lo conseguí! Así que, si yo puedo…¡Tú puedes! Todo es proponérselo.
1- Menos estrés
La meditación ayuda a regular tu sistema nervioso. Al enfocarte en la respiración y dejar que los pensamientos pasen, sin más, como nubes atravesando el pico de una montaña tus niveles de estrés irán bajando como por arte de magia.
2- Revelaciones íntimas sobre ti
Conforme vayas avanzando en tu práctica te irá resultando más y más fácil parar el ruido de afuera y centrarte simplemente en estar. En la quietud que también existe SIEMPRE dentro de ti.
Una vez pruebes ese delicioso fruto sagrado que es esa paz interior, te aseguro que te enganchará. De hecho es posible que llegue un momento en el que el cuerpo te pida meditar en silencio. Y muchas veces en ese silencio nos llegan respuestas porque estás pudiendo acceder a tu sabiduría interior y eso…¡No tiene precio!
Incluso en ciertas visualizaciones facilitadas por profesionales puede que te llegue información. Confía en esos mensajes. Son importantes. Si te llega alguno, te animo a que la escribas al acabar tu práctica meditativa y que la compartas en tu grupo de meditación o con tu terapeuta para poder seguir tirando del hilo e indagando. ¡Oro puro!
3- Una actitud más optimista ante la vida
Dar el paso de aprender a meditar puede ser todo un reto pero, si te atreves y te comprometes con tu práctica, te aseguro que te puede cambiar incluso la forma de ver la vida. ¿Por qué? Porque cuando eres capaz de parar diariamente y darte un momento al día sólo para ti. Un momento de descanso y silencio. Es como si te dijeras a ti mismo: Te quiero. Eres importante. Te mereces este espacio. Es un mensaje subliminal que le estás lanzando a tu subconsciente, a tu niñ@ interior (o como quieras llamarlo).
Además cuando empiezas a practicar regularmente realmente te das cuenta de que puedes tomar distancia de los problemas de tu vida. Por un momento tus preocupaciones no parecen tan importantes porque has podido conectar con algo más grande que esa nubecita negra que a veces creamos nosotr@s mism@s por nuestros miedos e insatisfacciones.
Por un momento saboreas lo que es la PRESENCIA y te das cuenta de que AQUÍ y AHORA estás BIEN. Todo está bien. Estás respirando. Estás viv@. Hay paz. Y puedes volver a ese estado siempre que quieras. Tan sólo tienes que volver a tomarte unos minutos para volver a meditar.
Pasos básicos para aprender a meditar
1- Empieza por 5 minutos al día
Roma no se construyó en un día así que, empieza poco a poco. Así será más difícil sabotearte. A mí me servía hacer meditaciones cortas guiadas al principio. Busca a alguien cuya voz conecte contigo. Yo me enganché a la voz de Deepak Chopra.
Deepak utilizadaba mantras para ayudarte a mantener la atención ahí en vez de en tus pensamientos rumiantes. Puedes poner tu atención en la música, en la respiración, en tus sensaciones corporales, en la pauta que te marque el facilitador de la meditación…
En cualquier caso NO intentes poner la mente en blanco. No se trata de eso. Si lo intentas, seguramente no lo consigas y te frustres…Es preferible hacer como comentaba arriba: imagínate que tus pensamientos son como nubes que van pasando. Llegan y se van.
No te enganches con ninguno. Símplemente obsérvalos y déjalos pasar. Este truquito me lo enseñó Sergi Franch, el director de Gestalt Terapia, el primer valiente que intentó hacerme meditar.
2- No hace falta que te montes un Templo Budista
Esta es otra de las frases preferidas de Sergi. A veces nos perdemos en la forma cuando realmente no es necesario ir a ningún sitio especial ni hacer nada especial. Aprender a meditar puede ser tan sencillo como cerrar los ojos y respirar.
Por supuesto que meditar en la naturaleza o en algún lugar sagrado puede ser mágico y es altamente recomendable pero no es necesario, si eso te va a suponer un obstáculo (o una excusa) a la hora de llevar a cabo tu práctica meditativa.
Y, sí, mola mucho tener las campanitas, el gong, las velas y el palo santo. ¡No lo niego! Pero eso son aderezos. Lo esencial es estar presente y disponible para ti y respirar.
3- Esto también es meditar
Por último, comparto contigo otro de los sabios consejos de Sergi, el director de Gestalt Terapia y el facilitador de nuestro grupo presencial de meditación:
- Tumbarse a ver los pájaros volar y a observar el movimiento de las nubes también es meditar
- Pasear descalzo por la playa una mañana de invierno también es meditar
- Simplemente observar por la ventana sin ningún tipo de objetivo, también es meditar
- Caminar por la naturaleza en silencio también es meditar
- Darte una ducha en silencio poniéndole atención a cómo entra en contacto el agua con tu piel y cómo se siente la espuma del jabón y la temperatura del agua…También es meditar.
Al final meditar consiste en ponerle PRESENCIA a todo lo que haces durante el día y también consiste en PARAR y NO HACER. Así que quizás ya estabas meditando por momentos y no lo sabías…
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Artículo escrito por: Inés Moreno. Síguenos en Instagram para más contenido sobre crecimiento personal, gestión emocional y terapia gestalt.